lunes, 24 de mayo de 2010

De política.

En estos tiempos de declaraciones de renta, de romerías almonteñas, de fútbol y de recesiones económicas me gustaría escribir de un tema que no por serio ha de ser aburrido: la política.

En este nuestro país hay algo que falla en cuanto al sistema político se refiere. No hay que ser ningún "lumbreras" para saberlo.

Para empezar sobran muchos cargos públicos. Demasiados peces gordos cobran mucho dinero por un trabajo que es prescindible de algún modo. Me asusté al enterarme que en cualquier autonomía aquí en España tenemos más consejeros, asesores, secretarios, vicesecretarios, que en la administración Obama. Realmente acojona.

Y es que un país que es el lastre de Europa (y por consiguiente, de gran parte del resto de naciones desarrolladas) no puede permitirse ese gasto innecesario de dinero. Quizás es que "esto lo arreglamos entre todos", o por lo menos los funcionarios y pensionistas.

No es de extrañar la situación en la que nos encontramos tras el 'boom' inmobiliario de hace relativamente poco, el desfalco bochornoso y el engorde injustificable de facturas que se ha cometido en este país. Sin ningún tipo de control ni sanción. Indudablemente Sr. Zapatero, la solución es retrasar la edad de jubilación y congelar las pensiones de los abueletes, que no están suficientemente puteados con lo que tienen.

Mas me gustaría hablar de política sin politizar el blog. Yo no critico al gobierno por pertenencia ni simpatía al partido de la oposición, (Dios me libre), simplemente es mera libertad de expresión ante tan tremebunda chusta. Realmente, a mí el PP me parece la misma mierda.

El bipartidismo que reina en España desde los tiempos de Felipe González no hace más que confirmar mi teoría. Y es que el trabajo que hacen los políticos por su país consiste en echar mierda sobre los otros, constantemente. (Si no me creen no tienen más que poner cualquier telediario de cualquier día del año). Esto se debe a que, al ser dos los partidos mayoritarios, es completamente plausible esta actitud tan absurda como recíproca. Total, el otro en algún momento la cagará y perderá las elecciones.

Y es aquí donde expongo "mi" teoría política que creo óptima en el desarrollo de este (y salvo excepciones, cualquier) país demócrata: La aristocracia.

No tomen esta palabra al pie de la letra, pues fue Aristóteles quien, en su tiempo, redactó esta hipótesis. Aristocracia aplicada en el sentido del conjunto de personas más adecuadas a cada puesto. ¿No creéis que el mejor de los mejores economistas, una auténtica eminencia, nos sacaría de la crisis?

Para quien guste saber: http://es.wikipedia.org/wiki/Aristocracia

Agur.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Casilla 105

Ahora que estamos en época de declaraciones de renta y demás asuntos que involucran a la agencia tributaria, uno se harta de ver anuncios y comeduras de tarro con que ahora es mucho más facil hacer la declaración, que si se tienen muchas posibilidades, que si la casilla de los fines sociales, la de la iglesia... ¡¿La de la iglesia?! Pues si, señoras y señores, la iglesia (católica, por supuesto, ya que en este país somos tolerantes y admitimos todas las religiones, pero con la boca pequeña) tiene una casilla.

En un primer momento uno, en su poca capacidad para entender qué tendrá que ver la declaración de la renta con la santísima iglesia, puede llegar a pensar que esa casilla es para pedir tu opinión sobre si ésta debería hacer la declaración. Justo después uno se da cuenta de que eso carece de sentido alguno, entonces se informa. El maravilloso recuadro 105 de la amigable declaración, sirve para que parte del dinero que le tienes que pagar a hacienda vaya a parar a las desmesuradamente hinchadas arcas de la madre iglesia. Estupefacción.

Es decir, el 0,7% de lo que te han cobrado, sería para ellos si marcas las casilla. Personalmente, cuando me enteré de esto (después de llorar amargamente durante 1 día, pensando hacia dónde se dirige el mundo) finalmente me consolé a mi mismo pensando que realmente no es tan grave, al fin y al cabo estamos en 2010 y la credibilidad y la confianza de la gente en la iglesia ha caído en picado desde hace unos siglos, afortunadamente, y pensé que nadie marcaría al final esta casilla; he escuchado muchas veces a creyentes decir "Yo creo en Dios, no en la iglesia", y me parece genial. Pero lo más amargo de la historia es otro dato que ha llegado a mis oídos recientemente: el año pasado la iglesia recaudó 280 millones de euros de esta manera. Estupefacción al borde del coma cerebral.

Señoras, señores, ¿cómo se puede querer que parte del dinero que te cobran vaya a parar a ese destino, habiendo otras casillas muchísimo mas útiles como la de fines sociales? Discúlpenme pero este asunto nunca lo entenderé. Yo nunca querría que con mi dinero, un curate pederasta (más amigo del diablo que de Dios) se comprara un medallón de oro más gordo, más grande y más brillante del que ya tiene. No quiero que con mi dinero se hagan iglesias, catedrales, etc. más grandes de lo que ya son, no quiero que se gaste ese dinero en abogados para los curas pederastas sometidos a juicio, y tampoco quiero que se les pague su sueldo a los curas que siguen diciendo que el condón es pecado y que su uso en el tercer mundo sólo contribuye a expandir aún más el Sida.

Y a todo esto, los integrantes de la Santísima Madre Iglesia, ya sean curas, monjas o lo que quiera el que inventó todo esto que sean; ¿no se supone que han hecho voto de pobreza? Yo no alcanzo a verla por ningún lado.

lunes, 3 de mayo de 2010

La teoría de las espirales.

Como preludio al desarrollo de esta entrada, decir que no soy el creador de esta teoría. Su autor es, sin ir más lejos, otro de mis compañeros de No es Innovador; y, por tanto, quizás a él le correspondería con mayor vigencia escribir sobre ella.
Por ello me gustaría ser corregido si me equivoco o estoy falto de concisión en algún dato o explicación.

Como yo mismo escribía en otra página personal, la vida en sí misma se rige por rachas. Cuando sales de una, siempre vas a comenzar otra distinta. La teoría de las espirales se basa en una idea parecida, aunque el concepto temporal sea lineal-rotativo, y por tanto, aumente en complejidad.
(Nota: Para poder entender la entrada hay que saber lo que es una espiral, quien no lo sepa o no se acuerde del todo hay una página fenomenal llamada Wikipedia).

Tolosjipis, es decir, toda la humanidad, en todo momento de su vida se encuentra inmerso en una espiral. La espiral afecta a su vida en tanto que influye en la toma de decisiones, al carácter, al estado de ánimo, etc.

Existen espirales de algún modo "positivas", (en otro momento escribiré sobre mi visión de la subjetividad del positivismo), pero las que quiero retratar son las espirales de las que te cruzas de acera al verlas por la calle.

Una espiral es infinita y solo podrías salir de ella si estuvieras un tiempo infinito en su interior, tras el cual, llegarías al inicio/final y volverías a entrar en ella (por aquello de que es infinita).
Esa época de tu vida que te absorbe, que no te deja pensar, que te tiene atrapado en un solo pensamiento que te da vueltas... Eso es una espiral.

No se sabe con seguridad la relación entre los agujeros negros y las espirales, como tampoco la forma de salir de una de ellas. Mi recomendación es no pensar.

Formas de ser

La expresión de la cara de una persona puede parecer que no da para muchas variaciones, pero esto no es así del todo. La mayoría de la gente lleva impresa en su expresión su forma de ser, o por lo menos lo que aparenta o quiere intentar aparentar. Observando estas expresiones puedes llegar a aburrirte de tanto ver las mismas una y otra vez ya que al fin y al cabo no somos más que humanos y solo capaces de adoptar un limitado número de éstas. Lo que consigue llamar la atención es una persona que tenga una expresión en la cara que nunca hayas visto antes, por lo que intentas descifrar qué puede esconder detrás.

He visto expresiones de enfado, alegría, confusión, mareo, seguridad, abstracción, e incluso de desafío, pero nunca en mi vida había conseguido ver la humildad en una expresión facial. Este tipo de personas (llamémosles a partir de ahora "los humildes") son los que, en un primer momento, parecen reflejar tristeza en su rostro, van agachados o encogidos como por el intento de no destacar demasiado entre los demás, y consiguen inspirar en quien los mira un sentimiento de afecto por ellos. Lo que más tardas en darte cuenta es que en su cara no hay atisbo de tristeza, es simple modestia (sí, estas dos expresiones pueden confundirse si uno no se fija bien).

Los humildes son personas que consiguen que las cosas vayan bien a su alrededor, ya que lo que todo lo estropea es la soberbia inherente a la especie humana.

El verdadero sentido de esta entrada es abordar un asunto que lleva preocupándome bastante tiempo. La sociedad que tenemos hoy en día ha olvidado la humildad. El estilo de vida actual se basa en "mis intereses van delante", olvidándose por completo de la generalidad. Por ello creo que tenemos que aprender mucho de estos humildes, ya que son ellos los que tienen la respuesta para arreglar la situación de maldad y desorientación en la que se encuentra inmersa la sociedad humana.

Lo que resultaría lógico preguntar ahora es: ¿Y cómo aprendemos a ser humildes? Pues a esa pregunta, señores, me gustaría que me respondieran ustedes porque un servidor no tiene la más mínima idea.