domingo, 3 de octubre de 2010

Un país cuesta abajo.

Es la primera vez que redacto una carta al director, y espero dejar constancia con fidelidad la preocupación general que me hace escribirla.


Soy un estudiante universitario de 21 años que sigue con frecuencia los acontecimientos que suceden en España; y me gustaría que el lector entendiera el punto de vista que se expone, pues creo que es bastante representativo de la generación a la que pertenezco.


Creo que es por todos asumido (y parece que con cierta resignación), que el panorama que se divisa en el horizonte es demasiado lúgubre, tétrico, y desalentador en todo caso para cualquiera que quiera incorporarse al mercado laboral. Es algo tan claro y evidente que ya es imposible que el gobierno lo maquille, como parece que actualmente le gusta hacer con todos sus errores.


Es abrumador cuando hablo con cualquier chaval de mi edad sobre nuestro futuro aquí.

Y es que la inmensa mayoría pensamos igual. En España no hay futuro, o al menos un futuro medianamente próspero y que pueda llenar las inquietudes profesionales y personales de un estudiante universitario totalmente normal.


Cualquiera de ellos, casi todos, me hablan de irse a trabajar al extranjero, que en cualquier sitio están las cosas mejor. Es lo que tiene viajar y darse cuenta del atraso que tenemos encima.

Es impactante precisamente eso; que casi todos queramos irnos a desarrollar nuestra madurez fuera de nuestro país natal, donde teóricamente debería hacer falta la productividad de la juventud.


Que por suerte o por desgracia no todos podamos irnos es algo que le conviene al Sr. Zapatero; pero que por ese azar de la vida piense si cree conveniente que se produzca en España una nueva época de emigraciones masivas.


Nacho Eguía.

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